claves para educar con amor
Conoce al niño/a. No te quedes con observar sus actos, es fundamental ir más allá y saber cómo es, qué está pensando, cuáles son sus sentimientos, sus preocupaciones, ilusiones, miedos, alegrías, penas, etc.
Respeta cada forma de ser, sin juzgar, ni etiquetar. Ama al niño/a tal y como es, acéptela y aprende a valorar sus cosas buenas.
Emplea las muestras de afecto, las caricias, sonrisas, palabras agradables, etc.
Genera una comunicación positiva, que les permita expresarse libremente y que se sientan escuchados y atendidos. No es suficiente con tener afecto hacia el niño/a es fundamental que el pequeño perciba ese aprecio.
Emplea el sentido del humor. La alegría genera sensaciones de bienestar que contribuyen a estrechar los lazos y generar vínculos afectivos.
Expresa tus emociones, las buenas y las malas. Querer a alguien implica quererle con cualquier estado emocional. Al expresar tus emociones estrechas el vínculo y les enseñas a expresar las suyas.
Respeta su espacio, ritmos y tiempos. Conocer y querer al niño/a nos hace conscientes de que cada uno debe seguir su propio ritmo, forzarle es un acto que atenta contra su desarrollo.
Cuida su autoestima y presta atención a aquello que pueda minarla.
Muestra paciencia y comprensión. Es importante tener presente que el niño/a está inmerso en un proceso de desarrollo, y que ese proceso está ligado a dificultades.
Preocúpate por lo que les preocupa. Antes de comenzar a educar, pregúntales como están, deja que te cuenten sus cosas, que te hablen.
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